Parte tres
Andrés va al club
Como
ese día era sábado, Andrés decidió apresurarse a saber dónde estaba el famoso
club de los pañales. Las dudas gigantescas sobre el tema le llegaron a la
mente, generándole preguntas como: ¿Qué se sentirá usar pañales? ¿Qué es eso
del club de los pañales? ¿Es una guardería? ¿Es una estancia infantil?
Al
final de las preguntas, como Andrés sabía que sus padres no le ponían tantas
condiciones para salir, rápido se fue a cambiar la ropa a su cuarto.
Con
pocos movimientos se sacó el pijama con que durmió, poniéndose una bermuda y
una playera que le hacían ver bien.
Fue
a la cocina para comerse un plátano y beber agua.
Después
de hacerlo, se fue hacia la búsqueda del sitio donde estaba el club de los
pañales.
Salió
de su casa, cerrando bien la puerta y lleno de emoción por saber más de eso…
Andrés
siguió las calles que le indicaron en el papel. Tras caminar y caminar, se dio
cuenta que el famoso club de los pañales estaba establecido cerca de un parque,
en un área casi olvidada.
Andrés
vio una casa vieja, era la indicada en el papel. Justo ahí, Andrés pensó que
era broma, algo falso, pensó que le iban a hacer daño, y antes de dar un paso
en retroceso, se dio cuenta que otro chico de su edad iba en camino a ese mismo
punto, con un papel pintado igual al suyo.
Andrés
se alegró por encontrar a alguien que podría ser como un compañero en ese grupo
al que le estaban invitando, y rápido le sonrió, comenzando a platicar.
Andrés
dijo: Hola, ¿has venido al club de los pañales? ¿También recibiste un papel
como yo?
El
otro niño, le dijo: Si, he recibido uno. Pero no sé, me da cierta duda.
Andrés
dijo: bueno, el hecho que nos hayamos encontrado, eso nos hace coincidir en
algo bueno…
Andrés
se quedó callado cuando vio que una de la puerta del lugar se estaba abriendo,
saliendo un chico, el cual usaba prendas de vestir normales, un pantalón y una
playera. Andrés vio que le hacían señas para que fueran con él. Se animaron a
ir con él.
Andrés
y el otro chico quien dijo llamarse Mark, se acercaron, y ahí fue cuando les fueron
a dar las palabras de bienvenida, de felicitaciones por haber encontrado la
sede para el club de los pañales…
Poquito
después, el chico que les presentaba los temas sobre el club de los pañales
dijo que se llamaba Francisco, y dijo ser el fundador del club, y como deseaba
tener a más miembros que pasaran el tiempo con él, por eso había hecho las
cartas con su otro amigo la noche anterior, para repartirlas por las casas
donde vivían niños de sus edades, y así esperar a si se unían al club.
Andrés
y Mark escucharon atentos todas las indicaciones, reconociendo que para ser
miembros del club de los pañales había que estar ahí usando pañales y
divirtiéndose con muchos juegos. Eso se les hizo muy emocionante…
Al
final, el niño llamado Francisco, el promotor del club de los pañales, les
preguntó a Andrés y a Mark: ¿y bien? ¿Desean unirse al club?