EL CLUB DE LOS PAÑALES - Parte 4

 








Parte cuatro

 

Andrés y Mark observan los preparativos

 



Andrés y Mark se mantuvieron pensativos por un largo minuto, que bien pareció ser una media hora. Cada chico lo pensó por sí mismo, hasta que los dos se dieron una mirada muy conectora, como si fueran grandes amigos, y sonrientes, seguros de que se estaban metiendo en algo bueno, cada uno le afirmó a Francisco con la cabeza, confirmando que sí querían ser miembros del club.

Entonces, Francisco les dijo: Bien, estupendo, ahora vamos a adentro para que conozcan el lugar que poco a poco hemos ido construyendo con el paso de los días. Como pueden ver, tenemos una mesa muy baja que mis padres me dieron, esa mesa nos servirá para cambiar pañales. También tenemos un contenedor de agua para beber. Trajimos al club un pequeño refrigerador para guardar las cosas que requieran de temperatura fría, como alguna leche, sobre todo leche, porque como seremos pequeñitos, necesitaremos mucha leche disponible. En aquella sección, pueden ver que tenemos unos casilleros, en ellos pueden poner lo que quieran guardar, porque esto siempre estará con candado cuando no haya nadie. Y en aquella caja mediana, tenemos unos pocos pañales para usar desde ahora.

Francisco terminó de mostrar el espacio que sus padres le habían cedido para hacer su club, el lugar se trataba de una mediana casa que ya no se terminó de confeccionar, todo estaba sencillo, pero tenía buenas áreas para que una sola persona pudiera vivir, y Francisco, el fundador del club de los pañales, había conseguido el lugar tras la aprobación de sus padres.

Andrés y Mark estaban sorprendidos, con la emoción de probarse los pañales les llegaban ideas para contribuir a la mejoría del club.

Luego, al lugar que era la sede del club de los pañales, llegó otro chico, quien saludó a Francisco. El chico que llegó dijo llamarse Félix, y con Francisco se dieron un buen abrazo.

Francisco y Félix se alegraron por el hecho que el envío de las cartas había funcionado. Justo ahí, el chico llamado Félix reveló que él había sido quien llevó las cartas en ese día.

Entonces, Francisco les preguntó de nuevo a Andrés y a Mark: ¿Desean ponerse un pañal justo ahora para comenzar? Nosotros se los ponemos.

El corazón de Andrés y Mark latieron juntos de nervios…